Thursday, July 9, 2015

Una razón para continuar...

Cada historia y cada proceso tiene sus propios retos, obstáculos y por supuesto éxitos, no siempre es constante el camino, encontramos dificultades que tenemos que aprender a superar, ésta es la maravillosa reflexión que nos comparte una paciente que ha perdido un poco más de 20 kilos en un año, un momento de debilidad que posteriormente la fortaleció para seguir adelante y hoy nos comparte de forma anónima su experiencia.

"Hay veces que tu cuerpo lucha en contra tuya y desafortunadamente y si te agarra en un mal momento, la lucha tal vez no sea pareja. Lo peor es cuando tu luchas en contra tuya; ahí si, la guerra probablemente (y si no le echas ganas)… esté perdida.
Es difícil, llevo en éste viaje ya un lapso de un año y cuatro meses, y a pesar de encontrarme completamente positiva y más que motivada sobre mi cambio de hábitos en  mi primer año, resultó que la primera parte del segundo año no ha resultado tan positiva. Y creánme toda la dificultad con la que me topé, absolutamente toda tuvo que ver conmigo.
Al principio lo atribuí a cambios profesionales, como cambiar de residencia; viajar de un lugar a otro, pasar menos tiempo en casa, el estrés del trabajo, el ver a mis amigos cada vez menos tiempo, pasar mas tiempo sola…. En fin, de repente me encontré haciendo a un lado los buenos hábitos que había adquirido, no en su totalidad, pero de repente los olvidaba. Haciendo malas elecciones y por lo tanto tomando malas decisiones, diciendo mas veces “bueno sólo por ésta vez”. Incluso me encontré posponiendo mis citas, otra vez por cuestiones atribuibles a mis compromisos laborales, cuestiones que indirectamente me empujaron (y que dejé que me empujaran) a hacer a un lado los buenos hábitos que en el lapso de un año adquirí.
Hoy, y después de cuatro meses de tanto “desmadrito”, decidí continuar con mi viaje y de manera constante, así como lo venía haciendo desde antes; y si debo ser completamente honesta, la verdad es que ya lo extrañaba. Comenzaba a sentirme mal. Y no sólo por “La culpa”, si no de manera física; mi cuerpo ya se había acostumbrado a comer de manera sana, como para que yo de repente llegara a aventarle unos 5 tacos al pastor (con todo por favor). Todos éstos cuatro meses me había sentido constantemente llena, hasta llegar a un punto en el que ya ni siquiera me sentía cómoda. Ya no me gustó estar así.
En fin, por una parte creo que fue sano el haber tenido ésta recaída sin haber tenido ninguna consecuencia significativa (o sea, que no subí de peso desmedidamente). Pero no hay que esperar a que eso suceda, y comenzar a retomar éstos deliciosos hábitos que ya tanto extrañaba.

Ánimo, es bueno caerse, lo importante es levantarse y sobre todo saber cuando hacerlo"

¡¡Un aplauso con todo mi corazón!!


No comments:

Post a Comment